Serían más de 400 los desaparecidos del este de Libia desde el comienzo de la revolución, el 15 de febrero, según un recuento de la Media Luna Roja de Bengasi y de la organización internacional Human Rights Watch (HRW).
Algunos fueron arrestados en los primeros días de las revueltas, cuando éstas eran todavía manifestaciones pacíficas y los ciudadanos libios aún no habían tomado las armas.
Pero la mayor parte de los desaparecidos son prisioneros de guerra, capturados desde el comienzo de los combates en marzo, en el frente o en sus alrededores: son "shabab", jóvenes combatientes y demás voluntarios, apresados cuando transportaban suministros e iban o volvían de la primera línea de batalla, en la carretera que lleva de Bengasi hacia el oeste, según la organización no gubernamental (ONG) Amnistía Internacional.
Se cree que están en manos de las fuerzas de Muammar el Gadafi y que habrían sido llevados a los bastiones del líder libio, en Sirte y Trípoli, en el norte y noroeste del país respectivamente.