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domingo, noviembre 13, 2011

Instrumentos de represión


Médico en el hospital de Daraa, en Siria. Foto de GettyImages.

Cada día llegan a los hospitales sirios personas de todas las edades gravemente heridas en las protestas. Pero ni siquiera en los hospitales están a salvo:

"Tenemos un dilema cada vez que recibimos un paciente con una herida de bala y que necesita sangre urgentemente: si enviamos una solicitud al Banco Central de Sangre, las fuerzas de seguridad se enteran de la existencia de ese paciente, y lo ponemos en peligro de ser detenido y torturado, y posiblemente de morir bajo custodia"
. Testimonio de un médico.

Pero el riesgo no es sólo para los heridos. Muchos profesionales de la salud están siendo detenidos sólo por intentar proteger la vida de sus pacientes.

Por desgracia también hay personal sanitario que ha tomado partido, provocando más dolor y sufrimiento en la población civil.

El gobierno de Bashar Al-Assad deniega asistencia sanitaria a muchas personas gravemente heridas que necesitan cuidados médicos, con lo que inflige un castigo colectivo prohibido específicamente por el derecho internacional humanitario.

Ayúdanos a conseguir que la presión internacional termine con tanta angustia y con una situación tan terrible e injusta. Todo lo que tienes que hacer es
firmar esta petición e invitar a tus amistades y familiares a hacer lo mismo. Y si crees que merece la pena luchar contra la injusticia y la represión, haz clic aquí y únete a Amnistía Internacional desde 1 euro a la semana.

Podemos cerrar los ojos para no ver lo que está pasando en Siria. O podemos decir 'Basta' y actuar.

Cuento contigo.

Esteban Beltrán
Director Amnistía Internacional – Sección Española