La historia no tiene nada de especial: son un hombre y una mujer enamorados que quieren estar juntos.
El contexto es lo que añade ese toque que hace tan especial la película: ella es novicia y él monje en los impresionantes conventos ortodoxos de Meteora, en la región griega de Tesalia, emplazados ambos en lo alto de sendos picos inexpugnables, aislados, separados del mundo, tan cerca y tan lejos en el espacio al mismo tiempo.
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