Escrito por César Hildebrandt
sábado, 15 de septiembre de 2007
Hermanita querida
La doctora Martha Hildebrandt Pérez Treviño -es decir una de las hijas con que mi prolífico y algo distraído padre aderezó el mundo- se ha sentido ofendida por lo que escribí de ella en este diario acogedor que me aguanta y que encima me paga.
No veo por qué ofenderse, hermanita, cuasi hermana, sacha hermana, semi frattella, half sister.
Sólo dije lo que de ti piensa todo el mundo: que eres una oportunista de siete suelas, una rabona que va mudando de paisaje pero no de oficio a medida que las tropas avanzan y cambian los generales pero no u arrastradera.