sábado 20 de setiembre de 2008
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ALFREDO PALACIOS DONGO
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El 16 de este mes el Departamento de Estado de EEUU presentó la lista "Drug Majors 2008", catalogando al Perú dentro del grupo de veinte países del mundo que producen más drogas o son utilizados puntos de tránsito. Al respecto, es importante analizar sobre el aumento sostenido de producción de cocaína en nuestro país a pesar de los decomisos –como las 2.5 toneladas incautadas el pasado día 5 al cartel de Sinaola en Chorrillos–, la destrucción de laboratorios clandestinos y erradicaciones de cultivos ilegales.
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Durante el 2007 fueron requisadas 14 toneladas de cocaína (seis de pasta básica y ocho de clorhidrato), y el jefe de la Dirección Policial Antidrogas (Dirandro), general Miguel Hidalgo, explicó que además se evitó la producción y distribución de más de 100 toneladas. El ministro del Interior, Javier Alva Castro, ha manifestado que este año se van incautando 20 toneladas y "será un año histórico en el combate contra este flagelo".
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La Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007-2011 considera siete metas, de las cuales cuatro se relacionan al proceso de producción de cocaína: 1) Incremento a 40% de decomiso de drogas y a 25% de insumos químicos; 2) Reducción de 40% de cultivos ilícitos; 3) Incautación del 20% de lavado de activos; y 4) Aumento en 40% de beneficiarios de desarrollo alternativo. Sin embargo, no se han cumplido los porcentajes proyectados para el 2007. Menos se ha logrado reducir la producción de cocaína, la cual aumenta peligrosa y sostenidamente.
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Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2008 de la Oficina de Naciones unidas contra el Delito y el Crimen (ONUDD), en los años 2005, 2006 y 2007, aumentó de 260 toneladas a 280 y 290 respectivamente y no se avizora una reducción durante este año por el incremento en las hectáreas de cultivo y toneladas de hoja seca. El Perú se consolida como el segundo mayor productor mundial de cocaína. Las 290 toneladas producidas el 2007 son cotizadas en Europa en US$ 13,253 millones (US$ 45,700 por kilo), monto que representa más del 50% de nuestro presupuesto nacional 2009 (S/. 72,355 millones, equivalente a US$ 25,210 millones).
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Las mafias logran enviar vía marítima a Europa, EE UU y México incalculables cantidades de cocaína camufladas en contenedores de buques. En enero pasado fueron interceptados en México dos buques procedentes del Perú con más de 750 kilos de cocaína oculta en contenedores. En el Callao se operan diariamente alrededor de 3,000 contenedores sin adecuadas inspecciones. Es indispensable mejorar las acciones de seguridad y control portuario y de la vía marítima.
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Existen 28 instituciones del Estado involucradas en la lucha antidrogas, bajo el diseño y coordinación de política de la Presidencia del Consejo de Ministros y Devida. Para disminuir la producción de cocaína se requiere primordialmente del trabajo efectivo de dichas instituciones, especialmente en las zonas de cultivo de uso ilícito, a fin de lograrse –con mayores inversiones en infraestructura, especialmente en carreteras– una cadena productiva que permita reemplazar progresivamente los cultivos de hojas de coca por alternativos, coadyuvando al desarrollo y disminución de los altos niveles de pobreza en las zonas cocaleras.
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ALFREDO PALACIOS DONGO
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El 16 de este mes el Departamento de Estado de EEUU presentó la lista "Drug Majors 2008", catalogando al Perú dentro del grupo de veinte países del mundo que producen más drogas o son utilizados puntos de tránsito. Al respecto, es importante analizar sobre el aumento sostenido de producción de cocaína en nuestro país a pesar de los decomisos –como las 2.5 toneladas incautadas el pasado día 5 al cartel de Sinaola en Chorrillos–, la destrucción de laboratorios clandestinos y erradicaciones de cultivos ilegales.
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Durante el 2007 fueron requisadas 14 toneladas de cocaína (seis de pasta básica y ocho de clorhidrato), y el jefe de la Dirección Policial Antidrogas (Dirandro), general Miguel Hidalgo, explicó que además se evitó la producción y distribución de más de 100 toneladas. El ministro del Interior, Javier Alva Castro, ha manifestado que este año se van incautando 20 toneladas y "será un año histórico en el combate contra este flagelo".
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La Estrategia Nacional de Lucha contra las Drogas 2007-2011 considera siete metas, de las cuales cuatro se relacionan al proceso de producción de cocaína: 1) Incremento a 40% de decomiso de drogas y a 25% de insumos químicos; 2) Reducción de 40% de cultivos ilícitos; 3) Incautación del 20% de lavado de activos; y 4) Aumento en 40% de beneficiarios de desarrollo alternativo. Sin embargo, no se han cumplido los porcentajes proyectados para el 2007. Menos se ha logrado reducir la producción de cocaína, la cual aumenta peligrosa y sostenidamente.
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Según el Informe Mundial sobre las Drogas 2008 de la Oficina de Naciones unidas contra el Delito y el Crimen (ONUDD), en los años 2005, 2006 y 2007, aumentó de 260 toneladas a 280 y 290 respectivamente y no se avizora una reducción durante este año por el incremento en las hectáreas de cultivo y toneladas de hoja seca. El Perú se consolida como el segundo mayor productor mundial de cocaína. Las 290 toneladas producidas el 2007 son cotizadas en Europa en US$ 13,253 millones (US$ 45,700 por kilo), monto que representa más del 50% de nuestro presupuesto nacional 2009 (S/. 72,355 millones, equivalente a US$ 25,210 millones).
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Las mafias logran enviar vía marítima a Europa, EE UU y México incalculables cantidades de cocaína camufladas en contenedores de buques. En enero pasado fueron interceptados en México dos buques procedentes del Perú con más de 750 kilos de cocaína oculta en contenedores. En el Callao se operan diariamente alrededor de 3,000 contenedores sin adecuadas inspecciones. Es indispensable mejorar las acciones de seguridad y control portuario y de la vía marítima.
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Existen 28 instituciones del Estado involucradas en la lucha antidrogas, bajo el diseño y coordinación de política de la Presidencia del Consejo de Ministros y Devida. Para disminuir la producción de cocaína se requiere primordialmente del trabajo efectivo de dichas instituciones, especialmente en las zonas de cultivo de uso ilícito, a fin de lograrse –con mayores inversiones en infraestructura, especialmente en carreteras– una cadena productiva que permita reemplazar progresivamente los cultivos de hojas de coca por alternativos, coadyuvando al desarrollo y disminución de los altos niveles de pobreza en las zonas cocaleras.
