sábado 27 de setiembre de 2008
-
ALFREDO PALACIOS DONGO
-
Por falta de recursos y planificación el material de las FF AA se viene depredando paulatinamente desde la década de los 90, pero principalmente de manera sostenida desde el año 2001, en que el ex presidente Alejandro Toledo decidió reducir drásticamente –en más del 20%– el presupuesto de Defensa del año 2002, sin aplicar ningún criterio técnico ni científico, y fundamentalmente sin considerar la determinación del rol de funciones de las FF AA, su estructura y capacidades futuras.
-
Dicha decisión la basó en una propuesta personal de desarme a nivel sudamericano que ningún país ha adherido, y también en la supuesta creación de un sistema colectivo de seguridad en la región, que según él, permitiría un proceso de racionalización del gasto de defensa. Sin embargo, a excepción del Perú, todos los países continúan con los procesos de adquisiciones, desarrollo y mejoramiento de sus sistemas de seguridad y defensa.
-
Esta disminución de recursos y los reducidos presupuestos para Defensa –que se mantiene hasta la actualidad– está afectando severamente la operatividad de las FF AA. La falta de mantenimiento, repotenciación y modernización del material está generando su debilitamiento, decadencia y obsolescencia, y de mantenerse esta situación, ocasionará su consiguiente colapso. Por tal circunstancia, desde el año 2003 diferentes representantes del Congreso vienen presentando proyectos de ley para contar con recursos para las FF AA, tales como el Fondo de renovación tecnológica del impuesto a la renta de las empresas mineras y petroleras o Fondo de las regalías mineras. Estos y muchos otros no han prosperado por falta de voluntad política.
-
En diciembre de 2004 se creó el Fondo para las FF AA y PNP con un ingreso inicial de US$ 25 millones más un porcentaje de las regalías de los lotes 88 y 56 de Camisea, pero en los tres últimos años solo recaudó US$ 95 millones, no permitiendo iniciar ni un mínimo programa de recuperación del material, y además se encuentra hipotecado hasta el año 2019 para la cancelación de una ampliación presupuestal de S/. 550 millones otorgada en junio de 2007, y encima, el MEF pretende recortar unos S/. 600 millones del actual presupuesto. Por último, la pregonada y publicitada inversión de US$ 650 millones para el Núcleo Básico de Defensa –prorrateada hasta el año 2011 y entregada a cuentagotas– solo cubre recursos para un mínimo grupo de unidades y no para el grueso del componente de las FF AA.
-
En este contexto, el primer vicepresidente y congresista de la República, Luis Giampietri, ha presentado un proyecto para establecer un canon a la explotación de nuevos yacimientos mineros o energéticos por descubrirse y que permita fortalecer el Fondo de Defensa, el cual debería ser respaldado por el Ejecutivo y todos los partidos políticos.
-
Tal como lo establece la Constitución Política, las FF AA deben garantizar la soberanía e integridad territorial, para ello es indispensable contar con un fondo de financiamiento para la repotenciación y modernización del material, a fin de lograr un adecuado poder disuasivo que permita el sostenimiento de una política exterior que haga respetar nuestros intereses nacionales.
-
ALFREDO PALACIOS DONGO
-
Por falta de recursos y planificación el material de las FF AA se viene depredando paulatinamente desde la década de los 90, pero principalmente de manera sostenida desde el año 2001, en que el ex presidente Alejandro Toledo decidió reducir drásticamente –en más del 20%– el presupuesto de Defensa del año 2002, sin aplicar ningún criterio técnico ni científico, y fundamentalmente sin considerar la determinación del rol de funciones de las FF AA, su estructura y capacidades futuras.
-
Dicha decisión la basó en una propuesta personal de desarme a nivel sudamericano que ningún país ha adherido, y también en la supuesta creación de un sistema colectivo de seguridad en la región, que según él, permitiría un proceso de racionalización del gasto de defensa. Sin embargo, a excepción del Perú, todos los países continúan con los procesos de adquisiciones, desarrollo y mejoramiento de sus sistemas de seguridad y defensa.
-
Esta disminución de recursos y los reducidos presupuestos para Defensa –que se mantiene hasta la actualidad– está afectando severamente la operatividad de las FF AA. La falta de mantenimiento, repotenciación y modernización del material está generando su debilitamiento, decadencia y obsolescencia, y de mantenerse esta situación, ocasionará su consiguiente colapso. Por tal circunstancia, desde el año 2003 diferentes representantes del Congreso vienen presentando proyectos de ley para contar con recursos para las FF AA, tales como el Fondo de renovación tecnológica del impuesto a la renta de las empresas mineras y petroleras o Fondo de las regalías mineras. Estos y muchos otros no han prosperado por falta de voluntad política.
-
En diciembre de 2004 se creó el Fondo para las FF AA y PNP con un ingreso inicial de US$ 25 millones más un porcentaje de las regalías de los lotes 88 y 56 de Camisea, pero en los tres últimos años solo recaudó US$ 95 millones, no permitiendo iniciar ni un mínimo programa de recuperación del material, y además se encuentra hipotecado hasta el año 2019 para la cancelación de una ampliación presupuestal de S/. 550 millones otorgada en junio de 2007, y encima, el MEF pretende recortar unos S/. 600 millones del actual presupuesto. Por último, la pregonada y publicitada inversión de US$ 650 millones para el Núcleo Básico de Defensa –prorrateada hasta el año 2011 y entregada a cuentagotas– solo cubre recursos para un mínimo grupo de unidades y no para el grueso del componente de las FF AA.
-
En este contexto, el primer vicepresidente y congresista de la República, Luis Giampietri, ha presentado un proyecto para establecer un canon a la explotación de nuevos yacimientos mineros o energéticos por descubrirse y que permita fortalecer el Fondo de Defensa, el cual debería ser respaldado por el Ejecutivo y todos los partidos políticos.
-
Tal como lo establece la Constitución Política, las FF AA deben garantizar la soberanía e integridad territorial, para ello es indispensable contar con un fondo de financiamiento para la repotenciación y modernización del material, a fin de lograr un adecuado poder disuasivo que permita el sostenimiento de una política exterior que haga respetar nuestros intereses nacionales.