A guitarrista Carlos Santana le gustaría que caso Bachelet se repita en todo Sudamérica
Con un crucifijo colgado en el pecho y proclamando su amor a los ángeles y a Dios, el místico guitarrista Carlos Santana se reunió ayer con la prensa peruana y comentó, entre muchas cosas, que le gustaría que en nuestras próximas elecciones presidenciales se imponga una mujer, como ocurrió en Chile. “El hombre ha jodido al planeta durante dos mil años y ya es hora de que les toque mejorar las cosas a las mujeres.
Han estado dominadas por mucho tiempo y es hora de que gobiernen en Sudamérica. Ojalá que al menos por cinco años (período gubernamental) puedan inyectar una dimensión de amor en las venas”, anotó Santana, quien pese a que “me encanta hablar de cosas espirituales, todavía tengo la cultura de guerra en contra de la política corrupta”. Interrogado sobre el desarrollo de una corriente nacionalista en América Latina (Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Ollanta Humala aquí), el artista de origen mexicano sostuvo que “yo no tengo bandera, yo no tengo patria, sino sería racista y no lo soy. No creo en la política ni en la religión. Tampoco represento a la cultura gringa, yanqui... Mi concepto es lo opuesto a George W. Bush“.
El intérprete de Black Magic woman y Samba pa´ ti, que sueña con un mundo en donde los alimentos, el agua y la electricidad sean gratuitos, mencionó que al igual que ahora con la guerra de Iraq, en la década de los sesenta se opuso a la guerra de Vietnam. ”Hay más valor en poner una flor dentro de un fusil que hacer la guerra.
Como decía Jimmy Hendrix, las notas musicales tienen más importancia que las balas. La música latina va sólo para adelante, y vemos en gente como Shakira o Juanes un gran futuro“, declaró. Santana, quien esta noche promete ponernos los pelos de punta en su concierto en la explanada del estadio Monumental, refirió que sus espectáculos ”son distintos a los de U2 y Rolling Stones. Mi música tiene fibra y representa todo lo que los latinos pueden hacer en el mundo.
Mi mensaje es: ´Si yo llegué a las grandes ligas, ustedes también pueden hacerlo´”. Si se animaría a incursionar en el reggaetón al lado Daddy Yankee, el legendario músico de 58 años precisó que sólo “si las palabras le dan dignidad a la mujer. Pero si las presentan como prostitutas baratas, no, porque antes la tengo que cantar al lado de mi madre, de mi esposa, de mis hijas y que no se sienten ofendidas escuchándolo, porque yo hago todo lo que ellas me digan, me regocijo ante su protección y con eso me siento muy masculino”.
Huésped distinguido En horas de la tarde y bajo el ritmo de Oye cómo va, Santana fue nombrado Huésped distinguido de la ciudad y condecorado con la Medalla de Lima, por el acalde de Lima, Luis Castañeda Lossio. “Es un honor grande que la familia del Perú me abrace... Lo que importa aquí no es Santana, sino lo que aspira (risas) y, como tú, aspira a dejar el planeta mejor de lo que lo ha encontrado. Cuando el poder del amor reemplace el amor al poder, entonces te la creo”, fueron sus palabras, instantes antes de apreciar la inauguración de piscinas municipales en el Rímac.
Nada de Koechlin.
Santana dijo no conocer al empresario y hoy postulante a la Presidencia Peter Koechlin, quien siempre recuerda haberlo traído por primera vez en 1971, cuando éste fue expulsado por el entonces gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado, gesto que –aseveró– no tomó como algo personal. “No sé nada de él (Peter), ni antes ni ahora... No sé por qué se toma la libertad de usar mi nombre, espero que sus motivos sean limpios y puros...”, mencionó. La respuesta no se hizo esperar. A través de un comunicado de prensa, Koechlin manifestó: “Las declaraciones de Santana corresponden a una manipulación armada por Lourdes Flores Nano y mi hermano Jorge (Koechlin, candidato al Congreso por Unidad Nacional)... No creo que se haya olvidado de mí porque nos volvimos a ver en el 95. Yo ayudé al empresario chileno que lo trajo en esa ocasión porque tenía problemas para hacer el concierto de Santana en el Estadio Nacional... No sé por qué ahora me desconoce o lo ponen en mi contra”.
