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lunes, octubre 01, 2007

PLANTEAMIENTOS - PLANTEAMIENTOS: ¿Y la devolución de libros saqueados por Chile?

Lunes 1 de octubre 2007
ALFREDO PALACIOS DONGO
"Por ningún motivo Chile debió quedarse con nuestro legítimo patrimonio cultural".
El diplomático chileno José Rodríguez Elizondo en un artículo publicado el 22 de agosto pasado en el diario La Tercera de Chile, hace un balance de los errores de la política vecinal del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. Con respecto al Perú señala que existió inexpresividad comparativa ante el amistoso estreno del presidente Alan García para con Chile, añadiendo que "faltó amarrar ese cariño con un gesto inmediato: la devolución de parte de libros retenidos".
Según dicha opinión, Rodríguez Elizondo considera erróneamente que la devolución de los libros saqueados de la Biblioteca Nacional por tropas chilenas estaría condicionada a dicho gesto de amistad, sin embargo, es necesario aclarar que por ningún motivo ese país debió quedarse desde hace más de 126 años con nuestro legítimo patrimonio cultural, por contravenir a los usos de la guerra y el derecho internacional.
En la Conferencia de Bruselas de 1874 se resalta que debe ser perseguida toda incautación o destrucción intencional de bienes culturales। Del mismo modo, en la Convención de La Haya de 1954 y protocolos para la protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, se dispone que éstos, en ningún caso, podrán ser retenidos a título de reparaciones de guerra.
El 29 de marzo pasado (hace ya seis meses), Nivia Palma, directora de Bibliotecas, Archivos y Museos de Chile (Dibam), declaró que se había completado el catastro de los libros y que comenzarían las gestiones para su futura devolución, pero hasta la fecha no solo no se ha concretado la entrega de ningún libro, sino que ni siquiera se conoce la cantidad que mantienen en su poder de los más de 10 mil volúmenes transportados a Chile en 103 cajones grandes y 80 bultos y cuya relación –según un reportaje del diario La Tercera del 25 de marzo pasado– aparece en el Diario Oficial de Chile en agosto de 1881.
Como demostración del poco interés y las evasivas que demuestra Chile para devolver nuestro patrimonio cultural –libros que datan desde el siglo XVI, manuscritos, documentos, cuñas de monedas y piezas históricas–, la directora de Dibam ha manifestado que "existe mucho mito en la cantidad y se descarta que existan miles de volúmenes" y, asimismo, el canciller subrogante Alberto van Klaveren, ha advertido que "un número importante de libros saqueados se perdieron y será imposible devolverlos".
Un imperecedero mensaje –que Chile debería tener muy presente– se encuentra señalado en la Convención de La Haya para la protección de bienes culturales en caso de conflicto armado: "Los daños ocasionados a los bienes culturales pertenecientes a cualquier pueblo constituyen un menoscabo al patrimonio cultural de toda la humanidad, puesto que cada pueblo aporta su contribución a la cultura mundial".