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ALFREDO PALACIOS DONGO
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El pasado día 18 la Oficina de Naciones Unidas contra el Delito y el Crimen (ONUDD), presentó su informe "Monitoreo de Cultivos de coca en Perú - junio 2008". De su análisis se puede determinar que durante el período 2006-2007 ha aumentado la mayoría de factores que tienen relación con la producción, tráfico ilícito y consumo de drogas.
Existen una serie de consideraciones que coadyuvan al incremento del cultivo de hojas de coca y de producción de cocaína, principalmente en la zona sur del Alto Huallaga y el VRAE: 1) La situación de convulsión política y violencia social; 2) La tecnología y uso de agroquímicos que ha permitido aumentar de cuatro a seis cosechas al año; de 25,000 a 40,000 plantas por hectárea; y de 1 a 3 TM de producción de coca por hectárea; 3) la inaccesibilidad, el riesgo del narcoterrorismo y el rechazo de los pobladores a la erradicación y/o sustitución por cultivos alternativos; y 4) Los escasos recursos para cumplir las metas de la Estrategia Nacional (solo US$ 120 millones –casi el 90% como ayuda de EE UU– contra alrededor de US$ 20,000 millones que mueve el narcotráfico).
En este panorama, para conseguirse la progresiva reducción de cultivos ilícitos, se requiere primordialmente de importantes inversiones en las zonas cocaleras, especialmente en infraestructura, para crear una cadena productiva y disminuir los índices de pobreza, y asimismo, redefinir las acciones del tercer "Eje Estratégico Desarrollo Alternativo" de la Estrategia Nacional de Lucha Contra las Drogas 2007-2011, para posibilitar el abandono de mayores extensiones de áreas de cultivos ilícitos en las zonas cocaleras.