La gripe aviar se ha convertido en noticia de primera plana en las últimas semanas; información reiterada y exagerada que induce al alarmismo. Es muy cierto que las aves son capaces de trasmitir la gripe aviar, pero entre ellas mismas. Al ser humano también puede afectar, pero para ello el virus deberá sufrir una mutación, aún así es posible porque en Asia ha ocurrido, pero actualmente no debe hablarse de pandemia.
El virus se descubrió en Italia en el año 1880: tocar, comer, dormir era y es la causa de que el virus se contagie a los humanos. Eso es lo que ha pasado en los países donde ha habido víctimas humanas. Hay que decir que, desde 2003 hasta el año 2005 han muerto 60 personas en Asia y existen algunas muertes aisladas en Europa que no llegan a diez. Prevención hay que tenerla toda, pero el alarmismo que se ha puesto en marcha no procede y da qué pensar. Son diez los países asiáticos en los que han ocurrido las muertes humanas y, en su gran mayoría, porque estas personas estaban en contacto directo con las aves; es Vietnam, con 41 muertos, el país más afectado por la gripe aviar. El peligro de mutación existe y contra ello hay que prevenir, pero al igual que multitud de enfermedades y de otros virus que mutan para sobrevivir. ¿Por qué tanto alarmismo? Ya hay algunas voces, con autoridad suficiente, que aseguran que la alarma puede estar motivada por intereses de la industria farmacéutica.
Es interesante destacar lo que dice que el doctor Juan Picazo, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid cuando afirma que sólo hay dos vías para que el virus, llamado H5N1, sea mortal para los humanos: que mediante mutaciones sucesivas se adapte al organismo humano, o que en una persona coincidan el virus de la gripe y el contacto con aviar, en cuyo caso el material genético de ambos se mezclaría y daría una adaptación propicia para humanos; afortunadamente, esto no sucede de la noche a la mañana. Puede ocurrir, y por ello es bueno conocer con rigor los datos, pero de ahí a comprar desaforadamente antivíricos va un abismo, máxime cuando éstos no solucionarían el problema. Crear alarmismos es poco serio, máxime cuando actualmente hay enfermedades y situaciones mucho más alarmantes que requieren nuestra atención.
Al parecer, Francia ya está trabajando en una vacuna que pudiera paliar el efecto de la gripe aviar si es que ésta llegase a Europa con la virulencia que se anuncia, ya que una vacuna sería la única solución y no los antivirales que se están comprando de forma convulsiva. Sin duda hay que poner en marcha mecanismos de prevención para evitar que el virus se expanda, dispositivo que se está llevando a cabo. De cualquier forma, el sistema preventivo y el de salud que hay en los países occidentales no propicia el contacto con los animales al aire libre, sistema que todavía perdura en los países asiáticos. De cualquier forma, el número de afectados es mucho menor que el de otras enfermedades mortales u otros factores que lleva aparejada la muerte. Los accidentes de coches son una sangría con la que todas las semanas convivimos y no se dejan de fabricar coches ni hacer cuantas vías de comunicación sean necesarias para su tránsito. Qué decir de las enfermedades infecciosas en países del tercer mundo que podrían curarse fácilmente facilitando las medicinas adecuadas a precio módico para la economía de los países depauperados. Los cuantiosos accidentes laborales que producen muertes todos los días del año es algo que merece mayor atención y prevención. Y qué decir del SIDA.
Sin duda hay intereses por medio, y de eso sabe algo la farmacéutica suiza Roche, ya que es a ella a la que se han comprado los millones de antivirales que han solicitado diversos países para prevenir la hipotética pandemia. La venta de Tamiflu ha sido la principal fuente de ingresos de los 16.000 millones de euros que ha facturado ésta empresa en los primeros nueve meses del año. El Tamiflu es uno de los dos antivirales, en forma de pastilla, recomendados por la OMS contra la gripe avial. Los laboratorios no pueden abastecer tanta demanda, por ello se ha solicitado la fabricación de genéricos para paliar la desaforada demanda. En Japón la venta del antiviral de Roche ha aumentado un 223% en los EE.UU un 297%.
La venta de antivirales se dispara y los reproches entre países también, echándose en cara la compra masiva de algunos, dejando desabastecidos el mercado de antivirales para otros; ningún gobierno quiere quedarse corto en la compra del fármaco. La guerra contra la gripe ha comenzado y todos pueden presentar batalla.
De cualquier forma, no solemos comer pollo crudo y, según la OMS, el virus no sobrevive a altas temperaturas, además de no trasmitirse por vía alimenticia. La alarma ha conseguido algunas cosas, unas buenas y otras no. La buena: la prevención y el conocimiento riguroso de la enfermedad. La mala: la confusión reinante ha motivado un desabastecimiento de las vacunas comunes, tan necesarias para las personas con problemas respiratorios.
En ese confusionismo hay un claro ganador que no es necesario repetir. El resto son las consecuencias derivadas de una propaganda orquestadas desde las altas esferas. Una vez más, estaríamos ante un negocio que necesita de aliados para dar el gran pelotazo.
Teresa Galeote. Alcalá de Henares, Madrid.
Redactora, El Inconformista Digital.
Incorporación - Redacción. Barelona, 19 Noviembre 2005.
