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viernes, noviembre 30, 2007

[AI->ONG] VIH/Sida: cuidado y prevención basados en los Derechos Humanos

Comunicado de prensa

30 Noviembre 2007

info@amnistia

VIH/Sida: cuidado y prevención basados en los Derechos Humanos

Amnistía Internacional reafirma que todas las respuestas para enfrentar y luchar contra esta pandemia, así como todas las medidas para proteger y apoyar a las personas viviendo con VIH/SIDA deben estar estrictamente enmarcadas en el respeto a los Derechos Humanos.

Con motivo del "Día Mundial de la Lucha contra el SIDA", que se conmemora el 1 de diciembre, Amnistía Internacional pide -tal como se propone en l a Agenda de Derechos Humanos para el Bicentenario - terminar con la discriminación arbitraria que padecen las personas en razón de su identidad psicobiológica o genética tales como su discapacidad física o psíquica, apariencia o estructura física, enfermedad, sexo, género, identidad de género y orientación sexual.

Las personas viviendo con VIH/SIDA, siguen sufriendo de estigma y discriminación, y por lo tanto de violaciones a sus derechos humanos.

El respeto, la protección y el disfrute de TODOS los derechos humanos es esencial para garantizar que todas las personas, incluidos los más vulnerables y marginados, como las mujeres, niñas y niños, las minorías étnicas y sexuales, y quienes viven en extrema pobreza tengan acceso y se beneficien de los programas de educación/prevención, diagnóstico/detección, tratamiento/manejo y apoyo/protección.

El acceso a información y educación adecuada, a servicios necesarios (protección, tratamientos de enfermedades que aumentan riesgo de contraer VIH/SIDA, etc.) así como evitar la violencia sexual y física de mujeres y niños/niñas, promoviendo el respeto a su autonomía y a su integridad física, son múltiples ejemplos de la necesidad de basarse en los Derechos Humanos para de alcanzar una prevención adecuada en VIH/SIDA.

El conocimiento de la propia condición respecto al VIH es esencial para que las personas afectadas tengan acceso a programas de tratamiento y apoyo, razón por la cual el acceso a este debe de ampliarse sin restricciones económicas o de otro tipo para todas las personas que deseen voluntariamente someterse a el. El consentimiento informado, el derecho a la confidencialidad y el apoyo (consejería) pre y post prueba deben ser estrictamente respetados.

El derecho de las personas viviendo con VIH/SIDA a la salud del más alto nivel posible, entendiéndose esta como "estado de bienestar físico, psicológico y social" debe de ser garantizado, haciendo posible el acceso universal a los medicamentos antes del 2010. El apoyo psicológico, el trato digno y respetuoso en los servicios médicos, el no aislamiento y marginación en los servicios deben de ser asegurados en los procedimientos de apoyo.

En este sentido Amnistia Internacional pide a las OMS y ONUSIDA, así como a gobiernos, organizaciones no gubernamentales y donantes, que garanticen que el financiamiento, diseño e implementación de programas y políticas contra el VIH/SIDA se enmarque en las "Directrices Internacionales sobre VIH/SIDA y Derechos Humanos"(*). De tal manera de alcanzar los objetivos y compromisos fijados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio y en la Declaración de Compromiso en la Lucha contra el VIH/SIDA realizado por la Asamblea General de la ONU en 2001 y ratificada en el 2006. De estas directrices destacamos las siguientes:

· Las políticas e iniciativas relativas a la prueba del VIH se implementen basándose en las normas de derechos humanos que se han comprometido a cumplir los propios gobiernos.

· Se refuercen los sistemas y servicios de salud de forma que permitan derechos los pacientes y vayan acompañados de programas que aborden los obstáculos para la realización de pruebas, incluido el acceso a los servicios determinado por el género, la situación económica o el lugar geográfico.

· Todas las personas cuya prueba tenga un resultado positivo reciben el tratamiento, la atención y el apoyo que necesitan. Esto incluye medidas que aborden las causas y consecuencias de la estigmatización y la discriminación, y que se consideren las pruebas y la orientación sobre el VIH un punto de partida para abordar la violencia sexual.

· Todas las iniciativas estén adaptadas al contexto local, reconociendo los diferentes entornos culturales, epidemiológicos y de sistemas de salud, al mismo tiempo que se garantizan los derechos humanos de las personas. Esto es especialmente importante tanto en Chile como en el continente, especialmente en lo que afecta a los pueblos indígenas, históricamente marginados y discriminados.

(*) III Asamblea mundial sobre VIH/SIDA y Derechos Humanos, 2002