sábado 17 de noviembre 2007
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ALFREDO PALACIOS DONGO
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Cada cierto tiempo feroces emboscadas y ataques contra personal militar y policial y contra vehículos, bases contrasubversivas y comisarias, como el ocurrido el día 1° de este mes en la comisaría de Ocobamba, Apurímac, en que fue asesinado el comisario y destruida totalmente la infraestructura, así como la reciente emboscada del día 14 contra dos vehículos policiales en el distrito de Tintaypunco, Huancavelica, siendo asesinados 4 policías, nos hacen recordar dramáticamente lo que nos viene advirtiendo cada año el Departamento de Estado de EE UU en sus informes "Patrones del Terrorismo Global".
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El último informe 2007 señala que "La ausencia del gobierno en áreas alejadas y el deterioro de la capacidad de seguridad del Perú complicó los esfuerzos para enfrentar la actividad de Sendero Luminoso (SL)", añadiendo que "el 2006 cientos de senderistas armados realizaron 92 actos terroristas".
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Recordemos que en tres emboscadas terroristas ocurridas una en diciembre 2005 y dos en diciembre 2006 fueron asesinados 18 policías, dos trabajadores de Enaco y un civil। Estas acciones y las ocurridas durante el 2007 evidencian que SL se mantiene como amenaza latente usando dinero del narcotráfico que le permite financiar sus operaciones y mejorar sus relaciones con las comunidades। Además, según el último informe antidrogas de la ONU, nuestra producción de cocaína se ha incrementado peligrosamente en 8%.
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Durante el presente año, en enero fue asesinado un policía con 20 impactos de bala en Ccacopota, Huancavelica; en marzo, un patrullero fue atacado con granadas en la comunidad de Moya, Ayacucho, quedando dos policías heridos de gravedad; en abril, siete patrullas policiales fueron emboscadas en Toro Mata, cerca de Tingo María; en junio, fueron asesinados tres policías y un fiscal en el ramal de Cachiaco y Chapaja, Tocache y asimismo, fue atacada la base de Santa Lucía; en julio una emboscada en Caripalca, Huánuco, dejó tres policías desaparecidos; en setiembre fue atacada la base de Cayramayo en Huanta; en octubre unos 70 terroristas incursionaron el caserío de Chacas en Ayacucho, y además, se enfrentaron patrullas del Ejército con grupos terroristas en Ayacucho y Huancavelica, muriendo 9 terroristas.
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A pesar de esta grave situación, el gobierno no cuenta con una estrategia integral antisubversiva la cual debe ser urgentemente implementada.
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Esta estrategia debería considerar el incremento de la presencia del Estado y de las acciones de desarrollo en dichas zonas, especialmente las rurales; aumento de la cantidad de bases contrasubversivas y comisarias policiales dotándolas con suficiente personal entrenado y equipamiento moderno; adecuación de una eficaz inteligencia estratégica; integración de contramedidas contra la infiltración ideológica subversiva en las universidades y otros sectores, así como el apoyo técnico y material a las rondas campesinas.
