28-ene-2007 3:45
RECUERDOS DE EL SUB COMISARIO
Por Luís A. Weckesser
En 1970, el suscripto tenía el grado de oficial principal de la Policía de Buenos Aires, a cargo de la brigada de calle de la 1ra. de San Martín. Colaboraba con la brigada el entonces oficial subinspector EMILIO GARCÍA GARCÍA (nuestro querido compañero "el gallego doble García" como le decíamos cariñosamente), quien ya siendo comisario fue el primer muerto en la toma del cuartel de La Tablada. Cuando llegó en un patrullero llamado por los vecinos para ver que estaba pasando, los terroristas comandados por Enrique Gorriarán Merlo lo asesinaron por la espalda.
El legista de nuestra brigada era el entonces Oficial Subinspector médico muy conocido por los medios, Dr. ALFREDO CAHE (actualmente jubilado como comisario), quien tanto bien le hizo a DIEGO MARADONA para que se alejara de los males que lo dominaban: GUILLERMO CÓPPOLA (a quien un presidente zafó de la cárcel) y su MALDITA COCAINA…
En ésa época cuando estaba HÉCTOR CÁMPORA como presidente, largaron en libertad tantos presos que prácticamente vaciaron las cárceles. Es así como tuvimos que enfrentar tres casos de secuestro en un mes:
a) El del industrial SAMUEL ISRAEL.
b) CARLOS HELLER ex vise presidente de Boca Juniors y actual presidente del Banco
Credicoop, entonces un muy joven presidente de la cooperativa de Villa
Maipú (San Martín).
c) el escolar CHICHE WEBER hijo del dueño de la empresa de suelas de goma Weber
y Suez, también de San Martín...
En el primero de los casos (el de SAMUEL ISRAEL empresario situado en Avenida de Los Constituyentes, de nuestra jurisdicción de donde lo secuestraron), negocié durante cinco días en el teléfono fingiendo ser su cuñado Adolfo Goldfard, acordamos finalmente y llevamos hasta la cita en la estación de servicio de Ruta 202 y Panamericana, en Don Torcuato (triste lugar donde sucedió lo similar con AXEL BLUMBERG) la valija con “el rescate millonario”: (ya les explico el misterio del entrecomillado), que no entregamos, manoteamos a los secuestradores que dieron la cara, ubicamos el aguantadero en la ruta 202 hacia adentro de Don Torcuato, el que allanamos de inmediato, tiroteándonos, resultando de los dos delincuentes que lo estaban cuidando, uno muerto y el otro detenido, liberando al secuestrado ileso un hombre grande que me abrazaba temblando y llorando como un chico y diciéndonos "ustedes desde ahora son mis hermanos....."
La víctima estaba con cadenas que le rodeaban ambas muñecas y tobillos, en un camastro improvisado en una bañera, y las cadenas aseguradas con candados a los caños y canillas. Ése fue un caso emblemático por ser el primer secuestro extorsivo producido en Argentina con liberación del rehén sin pago de ningún tipo de rescate.
Llegábamos con el liberado y le decíamos a la familia: "tome su querido pariente y su bolso con la plata”. Nos lo devolvieron gratis...¡ es que éste, sería muy escorcha...!!! (Riéndonos todos) y ello era acompañado por besos y abrazos de la familia y los vecinos que a los gritos se daban la noticia entre sí, casa a casa, y se amontonaban en la vereda compartiendo todos la alegría producto de la confianza que se tenían la gente y la policía, que se enfrió cuando a causa de la subversión se pusieron vallas en las comisarías para evitar los asesinatos de parte de los subversivos... ¡pesé a que había un gobierno democrático!
¿Por que cuento estas historias con todos sus detalles comprobables de fechas, nombres, etc.? Simplemente porque quiero demostrarles a nuestros queridos conciudadanos que lean esta nota, que no es un invento mío y que es cierto que antes había códigos que se respetaban a rajatabla...
El perro (El Pueblo: respetado organizado en sociedad respetable) corría al hueso, pero ahora el hueso suele correr al perro, soliéndose confundir que democracia y religión signifique que los ratones se coman a los leones. ¡ El asesino no tenía lugar en el hampa argentino...!!! Hasta que la caja política pudrió todo.. y nos colgaron el malvado cartel de LA BONAERENSE con cinismo y cruel injusticia..!!! Si quiere verlo ahora al jefe de policía de entonces JUAN JOSÉ LÓPEZ AGUIRRE a la sazón padre de RICARDO LÓPEZ MURPHY, en relato y en fotografía.
Cuando nos enfrentábamos con los secuestradores era común desarmarlos y en un estado de total emoción violenta por los sucesos -somos seres luchando contra un freno inhibitorio de cometer errores como es el del miedo como todo el mundo-, asustarlos para que contaran donde tenían a la víctima para poder rescatarla, ya que a cada minuto que pasaba corría más riesgo de muerte.
Ponerse a leer un papel en el que se le dice a los delincuentes que pueden callarse la boca sin que por ello sean sospechosos, es como decirles "SI HABLÁS SOS UN IMBÉCIL...”
Interpretábamos el artículo 34 del código penal, que decía antes y sigue diciendo ahora: inciso 3°) No comete delito: " El que causare un mal por evitar otro mayor e inminente a que ha sido extraño”; e inciso 4°) No comete delito: "El que obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de su derecho, autoridad o cargo".
Antes, si el delincuente daba permiso para que revisáramos su casa NO HACÍA FALTA ORDEN DE ALLANAMIENTO y nosotros entrábamos y cumplíamos, hoy lo hacemos y nos procesan y echan a la calle….No lo hacemos y la gente sospecha de nosotros y grita pidiendo "¡Justicia..!!!” y nadie del ámbito político le hace caso… (¿ ?)
(Ante la ola de secuestros, entiendo que éste puede ser un interesante motivo de debate para el periodismo serio y modificar leyes sobre el tema de si es más razonables y por ende se debe ser garantista de la libertad individual de la banda de los delincuentes secuestradores, o de la indefensa víctima secuestrada.)
Antes, el ladrón robaba pero no violaba a la mujer y las hijas de la familia, y podría llegar a tirotearse con nosotros mano a mano, pero ni pensar en cometer asesinatos salvajes como ahora, ya que cuando de tanto en tanto aparecía un delincuente loquito que rompía los códigos, la totalidad de los policías sin miramientos de jurisdicción organizábamos "operativos redada" (de puro "botones" como nos dicen despectivamente algunos imbéciles que si un día necesitan nuestra ayuda, se la vamos a dar de todo corazón) yendo hasta los francos de servicio a conseguir colectivos prestados a las líneas para armar comisiones, recorrer, alborotar el avispero y terminar siempre en que los mismos delincuentes entregaban el nombre y el paradero del asesino para que lo encarceláramos y –como decían ellos " para parar la bronca...."
Más tarde liberamos a ANTONIO TESTA (presidente de la hormigonera TESTA), la adolescente MARINA MUSSONI de los corralóneros de Caseros, la señora de YEZZI (de YEZZI y OTTONELLO pavimentadores de la Panamericana) etc. etc..... a quienes también liberamos sin pago de rescate en ningún caso hasta que los delincuentes abandonaron tal actividad por una docena de años (1984) en que retomaron cuando el armado de la perversa caja política pudrió la sana moral y las buenas costumbres. El caso SAMUEL ISRAEL fue el primer secuestro extorsivo con liberación forzosa de la víctima por la acción policial (sin pago de ningún tipo de rescate).
Hubieron algunos casos con muerte de las víctimas como en los años treinta el caso AYERSA asesinado por la mafia siciliana que por ello fue aplastada por la policía Argentina, y los de terroristas argentinos a fines de los sesenta que le costaron la vida a Cluterback del diario “El Día” de La Plata y Viviana Ringach. También hubo con devolución de víctimas por pago de rescate como los hermanos BORN.
Con relación a estos casos, reproduzco a continuación algunos párrafos del libro de mi autoría “DIA D DE DROGA” -La Tercera Guerra Mundial, Internacional Standard book number 950-43-7115– 9, publicado en mayo de 1996 editor sub. Comisario Luís Augusto Weckesser.
Página 42 CAPÍTULO 6.
Cuando nos enfrentábamos con los secuestradores era común desarmarlos y en un estado de total emoción violenta por los sucesos -somos seres luchando contra un freno inhibitorio de cometer errores como es el del miedo como todo el mundo-, asustarlos para que contaran donde tenían a la víctima para poder rescatarla, ya que a cada minuto que pasaba corría más riesgo de muerte.
Ponerse a leer un papel en el que se le dice a los delincuentes que pueden callarse la boca sin que por ello sean sospechosos, es como decirles "SI HABLÁS SOS UN IMBÉCIL...”
Interpretábamos el artículo 34 del código penal, que decía antes y sigue diciendo ahora: inciso 3°) No comete delito: " El que causare un mal por evitar otro mayor e inminente a que ha sido extraño”; e inciso 4°) No comete delito: "El que obrare en cumplimiento de un deber o en el legítimo ejercicio de su derecho, autoridad o cargo".
Antes, si el delincuente daba permiso para que revisáramos su casa NO HACÍA FALTA ORDEN DE ALLANAMIENTO y nosotros entrábamos y cumplíamos, hoy lo hacemos y nos procesan y echan a la calle….No lo hacemos y la gente sospecha de nosotros y grita pidiendo "¡Justicia..!!!” y nadie del ámbito político le hace caso… (¿ ?)
(Ante la ola de secuestros, entiendo que éste puede ser un interesante motivo de debate para el periodismo serio y modificar leyes sobre el tema de si es más razonables y por ende se debe ser garantista de la libertad individual de la banda de los delincuentes secuestradores, o de la indefensa víctima secuestrada.)
Antes, el ladrón robaba pero no violaba a la mujer y las hijas de la familia, y podría llegar a tirotearse con nosotros mano a mano, pero ni pensar en cometer asesinatos salvajes como ahora, ya que cuando de tanto en tanto aparecía un delincuente loquito que rompía los códigos, la totalidad de los policías sin miramientos de jurisdicción organizábamos "operativos redada" (de puro "botones" como nos dicen despectivamente algunos imbéciles que si un día necesitan nuestra ayuda, se la vamos a dar de todo corazón) yendo hasta los francos de servicio a conseguir colectivos prestados a las líneas para armar comisiones, recorrer, alborotar el avispero y terminar siempre en que los mismos delincuentes entregaban el nombre y el paradero del asesino para que lo encarceláramos y –como decían ellos " para parar la bronca...."
Más tarde liberamos a ANTONIO TESTA (presidente de la hormigonera TESTA), la adolescente MARINA MUSSONI de los corralóneros de Caseros, la señora de YEZZI (de YEZZI y OTTONELLO pavimentadores de la Panamericana) etc. etc..... a quienes también liberamos sin pago de rescate en ningún caso hasta que los delincuentes abandonaron tal actividad por una docena de años (1984) en que retomaron cuando el armado de la perversa caja política pudrió la sana moral y las buenas costumbres. El caso SAMUEL ISRAEL fue el primer secuestro extorsivo con liberación forzosa de la víctima por la acción policial (sin pago de ningún tipo de rescate).
Hubieron algunos casos con muerte de las víctimas como en los años treinta el caso AYERSA asesinado por la mafia siciliana que por ello fue aplastada por la policía Argentina, y los de terroristas argentinos a fines de los sesenta que le costaron la vida a Cluterback del diario “El Día” de La Plata y Viviana Ringach. También hubo con devolución de víctimas por pago de rescate como los hermanos BORN.
Con relación a estos casos, reproduzco a continuación algunos párrafos del libro de mi autoría “DIA D DE DROGA” -La Tercera Guerra Mundial, Internacional Standard book number 950-43-7115– 9, publicado en mayo de 1996 editor sub. Comisario Luís Augusto Weckesser.
Página 42 CAPÍTULO 6.
UN SECUESTRO EXTORSIVO:
El temor aprieta ya que uno está intimidado de antemano porque los secuestradores tienen " el chancho " como ellos suelen decir - refiriéndose a la víctima en su poder. -El término "chancho" arranca de la época de la mafia que estuvo en la Argentina de los Chicho Grande y Chicho Chico y Agatta Galiffi-.
Habían secuestrado al hijo del millonario Ayersa al que tenían en el interior de la provincia al cuidado de Juan Vinti veterano mafioso siciliano; en Buenos Aires cobraron el rescate pagado por el padre del muchacho cautivo por lo que le mandan un telegrama a Vinti y le ponen algo así como "despachá el chancho" queriendo hacerle entender que soltara a Ayersa, pero aquel entendió otra cosa, lo llevó al campo y en un maizal lo ejecutó de un escopetazo. -En el año 1960, cuando yo era Oficial Ayudante en la Brigada de Investigaciones de Lanús, detuvimos a un anciano que hacía dedo a los camioneros en las rutas y como su aspecto de viejito humilde convencía, los camioneros lo levantaban-.
En pleno viaje el viejito sacaba un revólver y los asaltaba.
Este viejito resultó ser Juan Vinti, el autor material del escopetazo al joven Ayersa y como hacían casi treinta años que estaba en la cárcel le daban permiso los fines de semana para salir a pasear mientras consideraban su libertad definitiva.
Pero él usó su libertad así (Esta historia es más vieja que el tiempo) .
Volviendo al secuestro, después me di cuenta que la alarma se produjo por un trascendido que había aparecido en algún diario relacionado con la existencia del hecho.
Me instalé en la casa de Golfard, en la calle Bartolomé Cruz a la vuelta de la Quinta Presidencial, en Olivos, donde continúan las negociaciones telefónicas hasta que una noche llegan a su final y se establece una suma millonaria como rescate que había que llevar a la Av. Panamericana y 202 en Don Torcuato, de inmediato, "pero salga ya mismo"....... era la orden de los delincuentes.-
El auto de la familia Goldfard, un Peugeot blanco del cual hubo que dárseles el número de chapa sin vueltas, que no se le pudo cambiar por otro auto preparado que más conviniera y que hubo que declararlo real por el peligro de que pudieran hacerle preguntas capciosas a la víctima, inocente a todo lo que podría estar pasando afuera.
Había que ir por Panamericana hacia el Tigre, retomar en la 202 y subir por la rampa como volviendo a Buenos Aires y parar el auto a mitad de la barranca; allí frenar y esperar; ellos iban a decir la clave "somos los amigos de Samuel" y había que entregarles la valija con el dinero.
El problema era ¿que dinero les íbamos a entregar si la suma que exigían la familia no la hubiera podido reunir ni remotamente...?
Lo que podían reunir era algo así como la quinta parte de lo que pedían y yo así se los dije telefónicamente, pero me apretaban y no querían saber nada... la plata que pedían o la vida de la víctima (así de cortito) .
No quedaba otra que hacer trampas ; la familia quería poner en la valija todo lo que tenían y pedirles por favor que les creyeran, pero no iba a servir de nada porque cuando la recibieran los delincuentes retendrían a la víctima y dirían "ahora queremos el resto..." y si en lugar de denunciarlos hubieran decidido pagar ¿que les daban si en verdad no había más?...
Es un terreno peligroso: recuerden el señor Cluterback, Viviana Ringach y otros secuestrados que se pagó y nunca aparecieron.-
De allí la conveniencia de - sin duda - hacer la denuncia.-
Esto, téngalo en cuenta amigo lector, por si algún día conoce algún caso así de algún allegado y pueda opinar hágalo en éste sentido. Confíe que la Policía está capacitada debidamente para hacer este tipo de trabajo .
Se trabaja como decimos nosotros a dos puntas, ello es llevar la valija con el rescate que se entrega de última si por fatalidades del momento las cosas se complican y corre riesgo el cautivo. Pero eso no pasa nunca
Y la trampa fue que cortamos papeles con revistas Patoruzito y fabricamos fajos falsos de billetes que metimos en la valija y que la suerte nos acompañara
Estábamos entre la espada y la pared y entonces, jugados por jugados, había que intentarlo... y lo logramos…!!!
De allí la conveniencia de - sin duda - hacer la denuncia.-
Esto, téngalo en cuenta amigo lector, por si algún día conoce algún caso así de algún allegado y pueda opinar hágalo en éste sentido. Confíe que la Policía está capacitada debidamente para hacer este tipo de trabajo .
Se trabaja como decimos nosotros a dos puntas, ello es llevar la valija con el rescate que se entrega de última si por fatalidades del momento las cosas se complican y corre riesgo el cautivo. Pero eso no pasa nunca
Y la trampa fue que cortamos papeles con revistas Patoruzito y fabricamos fajos falsos de billetes que metimos en la valija y que la suerte nos acompañara
Estábamos entre la espada y la pared y entonces, jugados por jugados, había que intentarlo... y lo logramos…!!!
