Un grupo estadounidense de Derechos humanos presentó una querella judicial contra la Agencia Central de Inteligencia por presuntos abusos contra un hombre que dice haber sido retenido en una prisión secreta de la organiz
Khaled al-Masri, un ciudadano alemán de origen libanés, dijo que fue raptado en 2003 mientras se encontraba de vacaciones en Macedonia y llevado a Afganistán contra su voluntad, donde fue víctima de maltrato.
La Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) presentó una demanda en representación de al-Masri contra el ex jefe de la CIA George Tenet y otros funcionarios de la agencia en una corte de distrito de Alexandria, Virginia.
"Secuestrar a ciudadanos extranjeros, retenerlos sin otorgarles el acceso a un abogado, y violar sus derechos no es sólo ilegal sino también inmoral", dijo el director de ACLU, Anthony Romero.
Este es un nuevo desafío legal contra la política de "rendición extraordinaria", como es conocido el proceso secreto de traslado de sospechosos de terrorismo a países donde los detenidos carecen de protección legal estadounidense.
El gobierno del presidente George W. Bush sostiene que estas operaciones se realizan dentro del marco de la ley.
Y todo fue un error
La ACLU afirma que Tenet y sus subordinados en la CIA violaron la legislación estadounidenses y las leyes universales de derechos humanos cuando autorizaron el secuestro de al-Masri.
La demanda afirma que el detenido sufrió "prisión prolongada arbitraria, tortura y otros tratos crueles, degradantes e inhumanos".
Al-Masri, de 42 años, explicó en una videoconferencia desde Stuttgart, Alemania, que había sido golpeado, drogado y luego trasladado y retenido en Afganistán por cinco meses. También aseguró que fue sometido a interrogatorios "coercitivos" bajo condiciones inhumanas.
El denunciante ahora reclama una indemnización de al menos US$75.000 y una disculpa.
El caso fue discutido en Berlín por la canciller alemana, Angela Merkel, con la secretaria de Estado estadounidense, Condoleeza Rice, durante su reciente visita al país. Merkel afirmó que
Rice había reconocido que la detención de al-Masri fue un error.