DE BLOGs Y OTRAS MEMECES
Últimamente, en el panorama de Internet, han aparecido una serie de BLOGs –foros de opinión en Internet- en los que ciertas personas opinan, aunque al amparo del anonimato.
No estoy en contra de los BLOGs, pero si lo estoy en contra de la forma en que se están utilizando.
La opinión de todos es necesaria para una democracia saludable, pero una opinión sin firmar es un atentado a la democracia y al oportuno derecho de réplica de aquel que se pueda sentir aludido, amén de cobarde por parte de quien da su opinión.
En Torrent han aparecido una serie de estos BLOGs que habitualmente tocan temas de fallas o temas de política. Imagino quien hay detrás de los mismos, pero no lo puedo afirmar por la falta de transparencia de los mismos. Si los BLOGs nacieron de la necesidad de hacer oír las opiniones de aquellos que no tienen acceso a los medios de comunicación, la cosa ha degenerado en lo que yo llamaría "la era de la desinformación".
Lanzar ataques personales, denunciar hechos sin pruebas, acusar de fraudes, de estafas, etc., sin la firma de quien lanza esas acusaciones es irresponsable, cobarde –insisto-, ruin e ilegal. Si se tiene pruebas de algo, amén de denunciarlo a través de los medios de comunicación, se debería de acudir a un juzgado a interponer una demanda para que el hecho denunciado sea debidamente esclarecido. Sin embargo, gentes sin escrúpulos se dedican en nuestra ciudad a utilizar los BLOGs como un arma arrojadiza en contra de los demás de la manera más vil: lanzo la piedra y escondo la mano o calumnia, que algo quedará, dos frases hechas que vienen al pelo. Esta postura, repito, es repugnante, cobarde y falta de ética.
Los BLOGs deberían de estar moderados y las opiniones escritas en ellos, firmadas por el autor.
Desde aquí, en pro de la ética en los medios de comunicación y en beneficio de la democracia, me permito recomendar, a todo aquel que vea su nombre en entredicho por culpa de estas repugnantes opiniones de gentes sin personalidad ni carácter y faltas de la menor de las decencias, que interponga una demanda contra el BLOG en cuestión para así evitar que gentes -por llamarles de alguna manera-, que se dedican a la mentira ocultos tras el anonimato, puedan seguir haciéndolo.
Joan Carles Serra