ALFREDO PALACIOS DONGO
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Durante la Sexta Feria Latinoamericana del Aire y Defensa (LAAD) realizada en Rio de Janeiro entre el 16 y 20 de abril, los ministros de Defensa de Perú y Chile, Allan Wagner y José Goñi, acordaron convocar para octubre, en Lima, una nueva reunión del Comité Permanente de Consulta y Coordinación Política, conocido como mecanismo 2+2 porque se reúnen los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores de ambos países.
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Esta sería la cuarta reunión. Las dos primeras se realizaron en nuestro país en setiembre 2001 y julio 2005 y la tercera en Chile en octubre 2006. El común denominador de estas reuniones es que no se ha concretado ningún acuerdo importante y, asimismo, que el tema principal sobre la delimitación marítima ha sido expresamente excluido, a pesar que este sería el mecanismo más apropiado para tratarlo.
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En la última reunión efectuada en Chile, el 25 de octubre 2006, se suscribió una declaración conjunta de 19 acuerdos intrascendentes. Como ejemplo, el acuerdo 18 se refiere al agradecimiento de la delegación peruana por la hospitalidad y atenciones. Otros acuerdos tratan sobre intercambios de opiniones e información, coincidencias de compartir valores comunes, impulso e intercambio de contactos académicos y autoridades. Además, dos de ellos tratan sobre Haití, otros sobre el intercambio de información de desminado; preparación de una fuerza de paz combinada y la medición de gastos de defensa. Además de que estos acuerdos no se han concretado, ni siquiera se cumplió con el acuerdo 19 que establecía la realización de la cuarta reunión en el primer semestre del año.
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El día 23, el ministro de Defensa Allan Wagner aseveró que "una vez que se logre fijar el mecanismo para homologar los gastos en materia de defensa los fantasmas que existen por informaciones imprecisas desaparecerán y sabremos cuánto y en qué están gastando los países". Al respecto habría que aclarar que esta homologación, que se está tratando de concretar desde el 2001, se trata solamente de una simple comparación de gastos en defensa pero, de ninguna forma, promueve su reducción ni evita la adquisición de armamento.
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Por lo expuesto, este mecanismo 2+2 con Chile es inoperante, intrascendente e innecesario por los siguientes motivos: 1) No se ha concretado ningún acuerdo importante desde su inicio en el 2001; 2) No cumple con su finalidad de fortalecer e intensificar la confianza mutua en seguridad y defensa (por ejemplo, evitar el agresivo y provocador despliegue de sus aviones F-16 cerca a nuestra frontera) ; 3) La Ley Reservada del Cobre chilena usa cuentas secretas, por lo que sus gastos en defensa, no son claros, confiables ni transparentes y pueden alcanzar cifras inimaginables; y, 4) No contribuye a reducir su desmesurada y exorbitante carrera armamentista que ha ocasionado el rompimiento del equilibrio estratégico.
