El Planeta amenazado. NO HAY DUDA: EL HOMBRE ES EL CULPABLE.

Adolfo Leonardo Zanger adolfoz@uolsinectis.com.ar

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a nombre de EDGAR VALDIVIA ISUIZA

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Fecha: Martes, 13 de Marzo de 2007

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Hora: 00:51

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El Planeta amenazado

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Unidad de Investigación - Kanatari El 2 de febrero del 2007 puede ser recordado como el día en que se eliminó el interrogante sobre si el hombre es el culpable del cambio climático. El presidente francés Jacques Chirac ha dicho: "Frente a esta emergencia, ahora no es el momento para medidas a medias. Es tiempo de una revolución, en el verdadero sentido de la palabra. Se acerca el día en que el desajuste climático escapará a todo control. Estamos en el umbral histórico de lo irreversible".

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La reunión de París El 2 de febrero pasado el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, patrocinado por las Naciones Unidas, hizo público en París el dramático informe sobre las severas consecuencias que estaba causando en el planeta la contaminación del medio ambiente. Sin duda alguna, la opinión pública mundial se vio impactada por los dramáticos anuncios formulados por el panel y que tienen que ver con la sobre vivencia del ser humano sobre la Tierra. Los más pesimistas hablan ya de sólo 70 años de vida para el género humano y otros no más de un siglo y medio, si continúan los factores que ahora están envenenando la vida del sistema. El Panel convocado por el Organismo Mundial, reunió a los principales expertos mundiales del clima quienes advirtieron que el calentamiento global es producto de las actividades humanas y lanzaron pedidos para que los gobiernos tomen acciones urgentes a fin de evitar daños severos e irreversibles por el aumento de las temperaturas que, vaticinaron, serán más elevadas en las próximas décadas. En esta reunión en la que participaron alrededor de 2,500 científicos pertenecientes a 130 países, se concluyó que en los próximos años habrá más lluvias, olas de calor y un incremento de los niveles del mar que tendría una duración de más de mil años, si es que el planeta no estalla. Los científicos dijeron que era muy probable –lo que significa que la probabilidad es de más del 90 %- que actividades humanas, lideradas por la quema de combustibles fósiles, explicaran la mayor parte del calentamiento global de los últimos 50 años.

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La reunión, realizada en la capital francesa a inicios del mes de febrero, sin embargo, focaliza el problema del cómo y del por qué el planeta se está calentando, pero no incide en las medidas que deben tomarse para evitar ese problema. Se ha dicho que habrá, en los próximos meses, otro informe igual de revelador y drástico en el que se propondrán las medidas más efectivas para reducir este fenómeno. El Informe, resumido en reveladoras 21 páginas, habla de amenazas como el deshielo del mar Ártico en los veranos para el 2100, del que se dice que "es más probable que suceda que no", y afirma que los gases con efecto invernadero han hecho que los huracanes tropicales sean más intensos y sus consecuencias más devastadoras. "Las temperaturas se incrementarán entre 1,8 y 4 grados Celsius en el siglo XXI, con un rango probable de entre 1,1 y 6,4 grados", sostiene el Informe. El océano Atlántico podría aumentar de nivel, a causa del calentamiento global y al deshielo de los glaciares que está llegando a niveles altamente preocupantes, y amenaza convertir la selva amazónica en una sabana aniquilando numerosas especies. Hay un indicador que los hombres de la Amazonía no podemos soslayar, es el hecho de que las "noches calientes o calurosas", en todo el sudeste de América del Sur, ha pasado de 5 % en la década de 1950 a casi 35 % a inicios del siglo XXI y la frecuencia de días fríos cayó de entre 25 y 30 por ciento en la década de 1970 hasta cinco a 10 por ciento entre 2001 y 2001.

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En un escenario pesimista el aumento de la temperatura promedio del aire en la Amazonía puede llegar a ocho grados en el 2100. En resumen, los cambios climáticos pueden alterar la estructura y funcionamiento de los ecosistemas, con pérdida de biodiversidad y de recursos naturales y se teme que disminuyan la capacidad de los bosques tropicales de absorber carbono. "Los científicos señalan que uno de los resultados a tener en cuenta es que, al parecer, aquellos países actualmente vulnerables desde un punto de vista económico tendrán que afrontar cambios climáticos dramáticos. Las regiones de latitudes sureñas, como la Cuenca del Amazonas o el Congo, sufrirán, entre 2071 y 2100, 13 años de extrema sequía". Las caras del deterioroLos aspectos del deterioro planetario son muy diversos, pero todos nacen de la misma actitud displicente hacia el medio que nos rodea. No tomamos conciencia de la gravedad del asunto y seguimos viviendo como si nada pasara. El deterioro del aire, del agua, del suelo por efectos de la deforestación, el calentamiento global, la desaparición lenta pero sostenible de la capa de ozono que protege la Tierra, son los elementos que conviene analizar a fin de sacar conclusiones. DeforestaciónSólo a manera de ejemplo se afirma que en los últimos 20 ó 30 años se han deforestado en la región San Martín más de dos millones de hectáreas de bosques vírgenes para ser convertidos a la agricultura y la ganadería.

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Sin embargo, los índices de calidad de vida, en lugar de aumentar, han disminuido en forma acelerada: actualmente el 66.9 % de la población sanmartinense se encuentra bajo la línea de pobreza. La contaminación del aire es un fenómeno focalizado en las ciudades más grandes y pobladas del orbe y, por supuesto, en el Perú, así como en los complejos industriales o de procesamiento. Entre las ciudades más contaminadas están Piura, Chiclayo, Lima-Callao, Trujillo, Pisco, Huancayo, Arequipa y Cusco. Los vehículos de transporte urbano, que se incrementan junto con la población, las actividades industriales y la quema de basura –que por sí sola es responsable del 20% de la emisión de gases atmosféricos- son las principales fuentes contaminantes del aire en las ciudades peruanas. En las grandes ciudades, el parque automotor, muchas veces obsoleto y operando en condiciones consideradas inaceptables en otros países, es una de las fuentes principales de gases dañinos para la salud, como el monóxido de carbono (CO), el anhídrido carbónico (CO2) y diversas partículas finas en suspensión. Deterioro del aguaLa mala calidad del agua es uno de los problemas ambientales más graves del Perú. La sufren ríos, lagos y ecosistemas marinos por igual. La contaminación de los ríos es especialmente peligrosa, pues estos constituyen las fuentes de agua de millones de peruanos, cuya salud se encuentra bajo el asedio constante de los agentes contaminantes. Entre las causas principales de la contaminación fluvial en el Perú están el vertido de sustancias químicas procedentes de fábricas y complejos industriales, el uso indiscriminado de agroquímicos, tanto pesticidas como fertilizantes, en las labores del campo; la falta de tratamiento de las aguas servidas procedentes de las ciudades, la erosión del suelo en las partes altas de las cuencas que, por gravedad, acaba indefectiblemente enturbiando las aguas de los ríos, y finalmente, los relaves mineros, verdaderos asesinos de la vida fluvial, responsables de la "muerte" de ríos enteros y de la presencia en aguas peruanas de sus contaminantes más peligrosos: los metales pesados.

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Deterioro del suelo

Los suelos de aptitud agrícola y pecuaria son el recurso más escaso del Perú: apenas un 7 % del territorio nacional. Pero en lugar de cuidarlos y preservarlos, los desperdiciamos. En consecuencia, los suelos del país se encuentran sometidos a un proceso de pronunciado deterioro. En algunas ocasiones este deterioro puede producirse de forma violenta, como cuando ocurren deslizamientos de tierra; pero, por lo general, se trata de un proceso continuo y gradual, cuyos efectos cabales sólo pueden apreciarse en el mediano y largo plazo. El deterioro de los suelos se da de modos muy diferentes según la región en que se encuentren. En la selva alta, la erosión violenta de los suelos, debido a las fuertes pendientes y a las lluvias copiosas, ha raído como consecuencia en el abandono de grandes extensiones de tierras y la migración de la población hacia otras áreas. En la selva baja el problema más grave es la pérdida de fertilidad de los suelos. Paradójicamente, los suelos selváticos, a pesar de sustentar al bosque más rico de la Tierra, son sumamente frágiles y, desprovistos de su cobertura vegetal, son incapaces de sostener una producción agrícola masiva. Por eso, los grandes esfuerzos de colonización efectuados en los últimos 50 años han fracasado estrepitosamente y de los cerca de 9.500.000 hectáreas abiertas para la agricultura y la ganadería, más del 60 % se encuentra hoy degradada y abandonada. Como consecuencia del proceso de deterioro que tiene lugar en todo el Perú, unos 31 millones de hectáreas están consideradas como erosionadas en grado moderado, y 8 millones han sido clasificadas como severamente erosionadas. El calentamiento globalEs un fenómeno consistente en una alteración del sistema climático planetario, definida básicamente por un aumento en la temperatura mundial promedio. La causa de esta alteración debemos buscarla en un creciente desbalance de los gases que forman la atmósfera, y más específicamente, en el incremento de ciertos gases –los denominados gases de efecto invernadero-, como consecuencia de las actividades humanas. En el curso del siglo XX, la temperatura de la superficie terrestre aumentó aproximadamente en 0,6 %C. En la evolución del fenómeno pueden diferenciarse dos etapas: una, entre 1915 y 1945, y la otra, que empezó después de la década del 70 y continúa hasta la fecha. La última década del siglo, la que se inicia en 1990, concentra el mayor número de los años más calurosos del siglo. Algunos científicos que vienen observando el fenómeno creen que, a lo largo del siglo XXI, la temperatura terrestre podría elevarse aún más entre 1 y 3,5 grados Celsius. Este calentamiento de la atmósfera está ocasionando cambios en los patrones climáticos en el mundo, y es esto lo que recibe la denominación de cambio climático. Uno de los efectos más evidentes del desbalance climático ha sido la multiplicación en número y poder de trastornos climáticos como huracanes, inundaciones y sequías. En nuestro país, el aumento en la frecuencia del fenómeno de "El Niño" también se considera un efecto directo del cambio climático global.

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Entre las consecuencias más dramáticas para las poblaciones humanas alrededor del globo están la pérdida masiva de cosechas, la expansión de los desiertos, el incremento en la erosión, la pérdida de especies, y la elevación del nivel del mar, con lo consecuentes daños asociados en la infraestructura costera y en las pesquerías. Los síntomas y anomalías causados por el cambio climático global, sin embargo, son innumerables, y se pueden presentar en las formas más sorprendentes. Por ejemplo se ha reportado enfermedades tropicales, como el dengue y la malaria, en áreas templadas del planeta donde nunca antes se habían presentado. En general, el problema es lo suficientemente preocupante como para haber motivado la constitución del Panel Internacional sobre Cambio Climático patrocinado por las Naciones Unidas y cuyas conclusiones acaban de hacerse públicas en la reunión de París.

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El debilitamiento de la capa de Ozono

El adelgazamiento de la capa de ozono es otra consecuencia de proporciones globales de las actividades humanas. El ozono (O3) es un gas que recubre de modo natural el planeta, entre los 20 y 40 kilómetros de altura y lo protege de las radiaciones ultravioletas provenientes del Sol y de otras radiaciones cósmicas del espacio exterior. De no ser por esta capa protectora la vida en la Tierra sería imposible. Recientemente, los científicos han observado un adelgazamiento creciente en la capa de ozono. Esta disminución en su grosor es mayor sobre el continente Antártico, donde se han detectado reducciones en las concentraciones de ozono hasta un 20 %. La causa del decrecimiento del ozono atmosférico ha sido encontrada en las emisiones de ciertos gases producidos por las sociedades industrializadas, como el cloroflurocarbonos (CFC), los hiroclorofluorocarbonatos y el bromuro de metilo.

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Se calcula que, de continuar la tendencia actual de emisiones de gases destructores del O3, en unos cuantos años la capa de ozono podría verse reducida en un 15 %.Desgraciadamente el Perú está considerado el tercer país del mundo más vulnerable a los efectos del calentamiento global y porque, además, la capa de ozono ha sufrido graves daños en diversos puntos del territorio, a raíz de los altos grados de contaminación.

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Los departamentos más afectados son Cajamarca, Junín, Cusco, Arequipa y Puno donde se ha encontrado un debilitamiento de la capa de ozono por el uso de pesticidas en la agricultura y ganadería y los gases de la industria.

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Los expertos sostienen que "La razón por la cual el daño es mayor en ciudades de la Sierra es que por cada trescientos metros que uno sube de altura la radiación ultravioleta tipo B se incrementa en cinco por ciento, por eso en la altura la radiación es más fuerte. En el caso de la ciudad de Arequipa, al ser una ciudad de muchas paredes blancas, produce un efecto de rebote", explican.

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En Chile, por ejemplo, los estudios señalan que debido al adelgazamiento de la capa de ozono, los jóvenes, a los 18 años de edad, ya han tomado todo el baño de sol que su piel debió recibir a lo largo de 50 años, y que han absorbido el 80 % de la radiación solar que podrían haber recibido en su vida. Pese a todo, hay incrédulosExisten asociaciones que tienen un punto de vista diferente a la de los científicos que participaron en el Panel Intergubernamental del Cambio Climático de París, incluso, muchas de ellas se encuentran en el Perú. Una de ellas, el Instituto de Libre Empresa (ILE), ha sido conformada por 26 organizaciones de 23 países bajo la premisa de que el Informe del Panel es alarmista.

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"Es irresponsable alarmar al mundo pasando como científico un promedio de temperatura del mundo que no existe", aseguran funcionarios del ILE. Califican de "tendencioso" el informe del organismo mundial y que aún hay mucho que discutir en el tema del calentamiento global. Para variar, no es la única voz divergente en nuestro país, recientemente los ultra conservadores Alvaro Vargas Llosa y Carlos Alberto Montaner, también han dicho que los resultados sobre el calentamiento global suenan más a psicosis que a realidad.

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Pero, ya nadie duda que el clima está loco, loco.

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